Título: Palmeras en la nieve
Autora: Luz Gabás
Nacionalidad: España
Temas de hoy, 2012
736 páginas
Tapa dura con sobrecubierta
Precio: 22,50 euros
ebook: 9,49 €
Argumento
Es 1953 y Kilian abandona la nieve de la montaña
oscense para iniciar junto a su hermano, Jacobo, el viaje de ida hacia una
tierra desconocida, lejana y exótica, la isla de Fernando Poo. En las entrañas
de este territorio exuberante y seductor, le espera su padre, un veterano de la
finca Sampaka, el lugar donde se cultiva y tuesta uno de los mejores cacaos del
mundo.
En esa tierra eternamente verde, cálida y voluptuosa,
los jóvenes hermanos descubren la ligereza de la vida social de la colonia en
comparación con una España encorsetada y gris; comparten el duro trabajo
necesario para conseguir el cacao perfecto de la finca Sampaka; aprenden las
diferencias y similitudes culturales entre coloniales y autóctonos; y conocen
el significado de la amistad, la pasión, el amor y el odio. Pero uno de ellos
cruzará una línea prohibida e invisible y se enamorará perdidamente de una
nativa. Su amor por ella, enmarcado en unas complejas circunstancias
históricas, y el especial vínculo que se crea entre el colono y los oriundos de
la isla transformarán la relación de los hermanos, cambiarán el curso de sus
vidas y serán el origen de un secreto cuyas consecuencias alcanzarán el
presente.
En el año 2003, Clarence, hija y sobrina de ese par de
hermanos, llevada por la curiosidad del que desea conocer sus orígenes, se
zambulle en el ruinoso pasado que habitaron Kilian y Jacobo y descubre los
hilos polvorientos de ese secreto que finalmente será desentrañado.
Mi opinión
Hace mucho que quería leer este libro (desde que se lo
regalaron a mi hermana, vi esa portada tan bonita y leí la sinopsis), pero su
peso me echaba para atrás. Y no digo el elevado número de páginas, me refiero,
literalmente, a su peso. Llevar eso en el transporte público es casi imposible,
a ver cómo sujetas un libro de semejante tamaño con una mano, mientras en la
otra llevas la comida, en el hombro el bolso, y te sujetas en la barra del
metro, de pie, apiñada con otras tropecientas mil personas que se dirigen a
trabajar.
¿He dicho alguna vez que odio el transporte público,
especialmente el metro? Vamos todos como borregos, corriendo para no perder un
metro (cuando el siguiente llega en menos de cinco minutos), siempre con
prisas, como sardinas en lata y, la mayoría de las veces, de pie. Menos mal que
voy siempre con un libro, y me abstraigo durante todo el trayecto.
Esto venía porque... (últimamente me disperso mucho,
como podéis comprobar). Ah, sí, el peso de Palmeras en la nieve. Al fin
lo di por misión imposible, y opté por intercalar su lectura en el libro
electrónico y en papel.
Me ha
gustado bastante, pero he de reconocer que me esperaba más. Empieza con un
principio de infarto, de esos que te atrapan, presintiendo que estás ante una
historia muy especial que te va a enamorar.
“Esta noche os amaréis con desesperación
porque sabéis que va a ser la última noche que pasaréis juntos. Nunca más
volveréis a veros. Nunca”.
Pero cuando iba por el 40 % o así, sentía que llevaba
casi medio libro, y no me había contado nada. Sí, la historia era interesante,
pasaba sin dificultad las páginas, no se me hizo aburrido, pero sí un poco
pesado por la sensación de no saber a dónde se dirigía la historia, o más bien,
que no llevaba a ninguna parte.
Y entonces dejé su lectura para empezar La princesa
prometida, pues teníamos la lectura conjunta, y no había calculado bien lo
que iba a estar con Palmeras en la nieve (no me gusta leer dos libros a
la vez, cuando me meto en una historia, no me gusta mezclarla con otras. Sí,
cada uno tiene sus manías, pero en lo que a libros refieren, no hacen daño a
nadie).
Y cuando retomé Palmeras en la nieve, esa
sensación desapareció, conseguí meterme realmente en la historia y empezar a
disfrutarla.
Y cuando terminé la historia, me di cuenta de dónde
había estado (para mí) el problema: precisamente, en ese principio que tanto me
había gustado. Por dos cosas: primero, deja el listón muy alto, y tarda en
recuperar el ritmo y ese halo de misterio que impregnaba todo el prólogo. Y
segundo, desvela demasiado. Cuando retrocede al pasado, ya sabes lo que va a
pasar, y para mí, eso le ha quitado parte de la intriga y del encanto a la
historia. Y el misterio del presente... bueno, también se intuye muy pronto,
aunque he de reconocer que después lo resuelve de una manera que no esperaba
exactamente que fuese así.
Eso en cuanto a las pegas que yo he encontrado.
Tal vez sea porque últimamente me estoy volviendo más exigente con la lectura,
espero más, no me conformo, y veo fallos donde otros no.
No quiero que os llevéis una idea equivocada, porque Palmeras
en la nieve me ha gustado. Tal vez en alguna ocasión se me ha hecho un poco
pesado, pero luego ha recuperado el ritmo, y el personaje de Kilian me ha
conquistado por completo. Es una
historia de amor agridulce, de esas que marcan la vida de los dos protagonistas
para siempre, que deja una huella indeleble en tu alma.
La historia del pasado tiene muchísima más fuerza que
la del presente, pero la línea argumental del presente cumple muy bien su
función: descubrirnos la historia de ambos hermanos, del amor prohibido de uno
de ellos, y cómo el futuro, aun sin saberlo, está marcado a fuego por el
pasado.
El protagonista
indiscutible es Kilian. Otros
personajes también tienen mucha importancia, pero el peso de toda la historia
recae sobre él. Y en ese sentido, la carga no le queda grande, porque está
perfectamente construido, es humano, real. Deja de ser un personaje para
convertirse en una persona, logrando que te preocupes por él y por lo que le va
a pasar (aunque ya lo sabes).
No conocía mucho sobre las colonias españolas en
África. La historia principal se desarrolla concretamente en la isla Fernando
Poo, y muestra la vida no solo de los colonos españoles, sino también de la
población autóctona; también nos enseña la labor que suponía el cultivo del
cacao, el duro día a día, pero la satisfacción por un trabajo bien hecho, y el
amor por ese pedacito de tierra tan alejado del hogar de los españoles, pero
que, sin que puedan remediarlo, se gana su corazón para siempre.
Siempre me ha interesado el tema de las
colonizaciones, cómo se escudaban en que era por el bien de los nativos de
allí, a quienes llevaban el progreso, mientras imponían su religión y sus costumbres,
y se quedaban con sus riquezas. Es la imposición del más fuerte, y a lo largo
de la historia se repite, aún hoy en día, los países más desarrollados se
aprovechan de aquellos menos desarrollados, quedándose con sus materias primas
a cambio de unas migajas.
Lo bueno de Palmeras
en la nieve es que procura ofrecer una perspectiva completa y no sesgada,
porque al fin y al cabo, ni todos los colonos ni todos los nativos eran
iguales, cada uno lucha por lo suyo y por lo que cree correcto, lo sea o no. Esa,
al fin y al cabo, es la esencia del ser humano.
Recomendación final
En resumen, esta NO es una opinión negativa, porque me
ha gustado la historia (y como podéis ver al final, le he puesto buena nota),
simplemente no me ha parecido perfecta, y tenía la necesidad de compartirlo.
Mirad otras opiniones, y veréis que otros han disfrutado mucho más que yo de
esta historia, la cual recomiendo leer, aunque le haya puesto peros.
¿Habéis leído Palmeras en la nieve? ¿Qué os ha
parecido a vosotros?
Valoración:
7,5/10
“Es un lugar común hablar sobre cómo el colonialismo
envilece por igual al colonizador y al explotado...”
Álvaro Mutis
envilece por igual al colonizador y al explotado...”
Álvaro Mutis
Tapa dura ebook
A mi creo que me ha gustado más que a ti. Se me hizo corta porque hubiera seguido con la historia de la familia más al´´a de la novela y me encanto todo lo relacionado con África.
ResponderEliminarBs.
Yo la tengo pendiente, pero no sé por qué, me atrae más la segunda novela de Luz Gabás que esta (por el argumento, más que nada). Tengo que animarme ya con la autora, pero es que últimamente me dan mucha pereza los tochos, más si son en papel (como los tengo los dos).
ResponderEliminarBesitos.
Me gustó mucho esta novela aunque quizás perfecta tampoco me parezca.
ResponderEliminarLo tengo pendiente en la estantería y es uno de esos libros que me apetece mucho y con todas las reseñas muy positivas que había visto está bien tener otra referencia para que las expectativas bajen un poco
ResponderEliminarBesos
Hola Teresa, la leí el año pasado y aunque al principio si que me pareció un poco lenta, me gustó bastante, toda la historia de la colonia y las sensaciones que transmitía me pareció muy interesante. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarA mí me encantó. Me pareció una novela fantástica, magistralmente hilada y escrita.
ResponderEliminarUn besito.
A mi me gusto aunque el principio me costo, besotes
ResponderEliminarMe ha pasado exactamente como a ti.. solo que yo lo deje en ese 40% y no pude retormarlo. Se me estaba haciendo muy pesado, y no estaba disfrutando con la lectura. Asi que pase a una novela negra para aligerar y al final no he vuelto. Quizas mas adelante, porque se que en el fondo merece la pena. Asi que agradezco esa opinion tan sincera, que me anima a volver en algun momento mas adelante. Besos
ResponderEliminarYo creo que este libro no es de los que más me llaman, pero lo cierto es que no tiene mala pinta. Quizá en algún momento, más adelante, me lo lea.
ResponderEliminarEso si, yo soy como tú, nunca mezclo historias, siempre termino un libro para empezar el siguiente jejeje
Besotes!
A mi me gustó mucho, la única pega para mí fue la excesiva información de la política de Guinea...
ResponderEliminarLo demás me gustó, si es verdad que en el prólogo te dice bastante, pero creo que el libro da bastantes giros...
Besos
A mí me ha gustado mucho más que a tí, sin duda. Me ha fascinado la historia, las localizaciones, los secretos... y se me ha hecho corto.
ResponderEliminarY hace nada he leído Regreso a tu piel que también me ha encantado
Besos
¡Ah, pues muy bien! me gustan las reseñas que ponen pegas, porque así una se rebaja en expectativas, esta me pasa que es una lectura de las que dejo, en todo caso, para verano. Hacerse exigente a base de lecturas es algo positivo aunque una se ponga tiquismiquis.Ánimo con ese metro!!
ResponderEliminarBesos
Creo que yo la disfruté mucho más que tu, y aunque no se me hizo pesada estoy bastante de acuerdo con las cosas que dices de ella. A mi también me gustó mucho más la historia del pasado y sus personajes. Kilian es capaz de enamorar a cualquiera. Besos.
ResponderEliminarTengo pendiente a esta autora. Vino a la Feria del libro pero no pude verla. Besos.
ResponderEliminarA mí este libro me decepcionó. Esperaba mucho más de él, pero encontré personajes planos y una historia que me pareció previsible, aunque me gustó el contexto histórico que tiene de fondo. De todas formas, sigo queriendo leer el nuevo de la autora.
ResponderEliminarBesos.
No tenía clara ya la lectura de este libro, y aunque sé que no es que no estés recomendando el libro, creo que ese 40% para mí puede ser mucho, porque ya bastante antes estaría pensando en la siguiente lectura. No lo voy a descartar del todo, porque al final le pones buena nota, pero no me urge. ¿Y a mí que me gusta el metro? (pero porque lo cojo poco) ;)
ResponderEliminarBesos
No tiene mala pinta.
ResponderEliminarNo lo he leído, no me preguntes el motivo, pero siempre me he mostrado apática con este título, no me acaba de llamar. Un beso!
ResponderEliminarMe gustó, sobre todo por la ambientación que me resultó de lo más novedosa
ResponderEliminarBesos
Me encantó, si bien es cierto que hay un desequilibrio entre las historias del pasado y el presente, algo que ha mejorado en su última novela (Regreso a tu piel). Aún con eso, muy recomendable.
ResponderEliminarA mi me gustó mucho, me atrapó desde un principio, tambien fui intercalando en digital y en papel porque el tocho era considerable. Saludos
ResponderEliminarFue mi primera, y hasta ahora única, incursión en el género y la disfruté mucho. Cierto es que el desequilibrio entre los dos hilos temporales es muy acusado y que la historia de amor del presente me chirrió por todas partes pero, en general, fue una buena lectura.
ResponderEliminarBesos.
Lo leí el verano pasado y me encantó. Al igual que Manuela fue el primer libro del género que leí y lo disfruté mucho. Deseando estoy leer el nuevo de la autora
ResponderEliminarbesos
Creo que es la reseña más crítica que he leído del libro y eso me gusta, que a veces todo es tan positivo y genial que vamos con las expectativas altísimas y luego nos llevamos el tortazo... Sigo queriendo leerlo, pero no tengo ninguna prisa de momento. 1beso!
ResponderEliminarA mí me encantó, de hecho es una de mis mejores lecturas del año pasado.
ResponderEliminarBueno, me alegro de que al final te haya gustado, aunque no alcanzara tus expectativas, creadas por ese principio.
ResponderEliminarYo lo leí hace ya tiempo, pero me gustó muchísimo y me duró un suspiro. La verdad es que tampoco había leído sobre las colonias españolas, y mira, es un tema sobre el que me gustaría seguir leyendo más.
Un besote y pasa buen finde!
Reseñas así se agradecen, porque las expectativas a veces son muy traicioneras... jejeje
ResponderEliminarun besote!
no la he leído, y creo que comenzaré con la nueva de esta autora. Me llama más el tema ;)
ResponderEliminarun beso,
Ale.