Título: Un álamo
en otoño
Autora: Eva
Barro
Nacionalidad:
España
Bohodón
Ediciones, 2013
262 páginas.
Tapa blanda
Precio: 17 euros
ebook: 7,59 €
Argumento
A los cuarenta años, la profesora Lucide empieza a apreciar las “hebras
doradas” de su tapiz vital, las que hay que reconocer para disfrutarlas en el
momento en que aparecen, las que hay que guardar para deleitarse mediante el
recuerdo. Los otros hilos son oscuros, ásperos, amargos, horrísonos o
pestilentes, y aunque más numerosos, son los que es preciso olvidar, tras
superarlos, para valorar con cierta justicia el resultado final del bordado. Y
en el ocaso, al final de su otoño presidido por los álamos, reconoce que,
aunque tal vez con cierto retraso, ha sido capaz de cumplir su misión y ha
valido la pena.
Mi opinión
Un álamo en otoño comienza con Elena, una mujer de 40 años,
en la consulta de Mercedes, después de haberse intentado suicidar. Mercedes le
pide que le hable de ella, y así, mediante los recuerdos de Elena, mezclando
distintos momentos y épocas de su vida, vamos conociéndola.
La novela tiene dos partes.
La primera, “Un álamo...”, nos cuenta el pasado de Elena, y lo que le ha
llevado a estar en esa consulta. La segunda parte, “… en otoño”, nos
narra lo que le pasa a partir de ese momento.
Al principio, me costó
hacerme con la historia. La novela no tiene una estructura convencional. Se
apoya principalmente en los diálogos, sin indicar quién es el que habla (es
decir, sin el típico -dijo Elena). Y por eso al principio me liaba un poco, hasta
que no avanzaba un par de líneas en el diálogo, no sabía quiénes estaban
hablando, ni en qué momento de la vida de Elena estaba. Pero enseguida te
sitúas, y el planteamiento me ha gustado, le da agilidad a la historia.
Los diálogos están
intercalados con los pensamientos de Elena, y a veces, una misma escena la
autora nos la cuenta en dos columnas, una bajo el punto de vista de Elena, y la
otra, bajo la perspectiva de Alan, un joven alumno que va a ser muy importante
en la vida de Elena.
Mientras Elena va
desgranando su vida a Mercedes, conocemos la relación con su marido, a quien
hace mucho que no quiere, pero con quien sigue por no tener a dónde ir; la
relación con su madre, que siempre la ha sobreprotegido; y el soplo de vida que
supone para ella comenzar a trabajar como en la Universidad, donde trabará
amistad con un compañero, se sentirá valorada, y conocerá a un joven que
reavivará sus ilusiones y dará un vuelco a su vida.
La madre de Elena me sacaba
de quicio, tan controladora, pendiente del qué dirán, siempre haciéndose la
víctima y defensora a ultranza de que el papel primordial de la mujer es su
hogar, ser ama de casa (en plan: El hombre es el que tiene que traer dinero a
casa, y la mujer tiene que tener la casa impoluta, la comida hecha y al marido
satisfecho, porque es su obligación en la vida).
Unido a que su marido ni le
dirige la palabra si no es para reprocharle algo, para Elena supone un punto de
inflexión empezar a trabajar en la Universidad, y sentirse reconocida,
escuchada, útil. Por eso, dice que a los 40 es cuando siente que ha comenzado a
vivir y a tomar sus propias decisiones. Y, en cierto modo, es así.
Entonces, ¿por qué se
intentó quitar la vida? Tendrás que leer Un álamo en otoño para
averiguarlo.
Me ha gustado mucho la
novela, adentrarme en la vida de Elena y conocerla. Un álamo un otoño no
es una novela de aventuras, no pasan grandes cosas, sólo es la vida de una
mujer de 40 años. Pero el ritmo no flojea, la historia me ha resultado muy
interesante y en ningún momento me he aburrido.
Elena es un personaje muy
bien construido, es real, con sus virtudes y sus defectos. Te lleva a
reflexionar sobre la vida, cómo al no elegir, estás eligiendo. Cómo puedes
vivir, sin vivir realmente. Y, desde luego, ya no miraré a los álamos de la
misma manera.
* Gracias a Bohodón Ediciones por facilitarme un ejemplar de la novela para su lectura y reseña.
Valoración:
7,5/10
“Amar es este error imprescindible para
poder vivir,
esta forma distinta de sentir la lluvia
cuando llega el otoño”.
Fernado Beltrán
Pueden resultarme muy interesantes esas reflexiones sobre la vida de un amujer de esa edad
ResponderEliminarHola Teresa por el momento no me animo con su lectura. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarQuiero quitarme muchas de las lecturas que tengo pendientes y me he hecho el próposito de no añadir muchas más a mi lista. Como esta, por lo que leo, no es de las lecturas que más me suelen gustar la dejo apuntada en pequeño y el tiempo dirá. Besos.
ResponderEliminarNo la conocía pero me has hecho que me entrara curiosidad por conocerla, besotes
ResponderEliminarLa disfruté mucho, de hecho esa forma tan peculiar de narrar fue quizá lo que más amenizó la lectura.
ResponderEliminarUn beso!
Bufff no deberia pero... Me la apunto!
ResponderEliminarBesos
Me gustan este tipo de historias. Por el momento me quedo sin leerla, me la ofreció la editorial pero no la recibí.
ResponderEliminarBesos
Yo esta no me la llevo, me da que decaería mi estado de ánimo con ella, no tiene pinta de ser una de ésas lecturas precisamente alegres.
ResponderEliminarBesotes
Yo al final no la acepté porque no creia que fuera una lectura adecuada para este verano... y dejarla para mas adelante me sabía mal. Sigo con la duda de si cogerla o no, aunque suena interesante, la verdad. Besos
ResponderEliminarNo la conocía pero tiene buena pinta, aunque me parece que es de esas lecturas para las que tendría que buscar el momento adecuado porque si me pilla de bajón es capaz de hundirme. Me la apunto !
ResponderEliminarBesos.
La portada es muy llamativa. Me parece una buena lectura, la tendré en cuenta.
ResponderEliminarUn beso.
Mejor la dejo pasar, aunque das argumentos para leerla en el futuro... 1beso!
ResponderEliminarparece interesante, pero voy terminando a Saramago y ahora quiero un libro con diálogos bien definidos.
ResponderEliminarUn beso,
Ale.
No conocía este libro, no pinta mal, gracias por la reseña
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