Título: Vivir de rodillas
Autor: Manu de Ordoñana
Nacionalidad: España
Autopublicado, 2013
258 páginas.
Tapa blanda
Precio: 13 euros
ebook: 1,21 €
Argumento
Clara,
profesora de Historia en un colegio de Buenos Aires, llega a San
Sebastián, su ciudad natal, para ultimar su tesis doctoral "La
Guerra Civil en el País Vasco", aunque el verdadero motivo de
su viaje es investigar la muerte de su padre, socialista,
desaparecido en abril de 1939, tras ser sacado una noche de casa por
los falangistas, y descubrir dónde está enterrado su hermano,
fallecido a los tres años en la cárcel de mujeres de Saturrarán,
en la que habían encerrado a su madre a continuación. Repudiada por
una sociedad que le da la espalda, su madre no tiene más remedio que
emigrar a Argentina en 1942, cuando Clara tenía tres años.
A pesar
de la educación esmerada que recibe y de su paso por la universidad,
el mundo de Clara es cerrado, limitado a un único amigo y al círculo
de la familia de su tía, con la que vive tras la muerte de su madre.
En San Sebastián, Clara se integra en la cuadrilla de su primo, un
grupo variopinto de personajes unidos por su posición antifranquista
que le ayudan a realizar su propósito. Entra en contacto con algunos
compañeros de su padre, que le cuentan las cosas que hizo, los
ideales que defendió y varios episodios de la guerra en la que
participaron juntos.
Mi opinión
Vivir de rodillas es una novela que me ha gustado mucho. Hacía tiempo que no leía un libro ambientado en la Guerra Civil española, y es el primero que leo que habla de lo que pasó antes, durante y después de la Guerra Civil, en el País Vasco.
Se nota
que Manu de Ordoñana ha hecho un gran trabajo de documentación para
escribir esta novela. Pero también ha hecho algo que no todos los
autores logran: Conseguir que la historia, nuestra historia, a través
de una novela, sea amena y entretenida.
Vivir de
rodillas es lo que se podría
llamar una novela histórica pura. No es que esté ambientada en un
período histórico concreto, sino que te cuenta todo lo que pasó en
ese período, pero de tal manera que, además de una lección de
historia, te entretiene y
te engancha.
La
novela tiene tres ejes temporales.
Por un lado, nos cuenta el
pasado de Clara en Argentina,
quien vive con su tía desde que su madre murió cuando ella era
pequeña. Fue a la universidad y es profesora de Historia en un
colegio, pero vive en un ambiente muy cerrado, sin vida social ni
casi amigos.
Por
otro lado, nos narra el
presente de Clara en el País Vasco,
a donde ha viajado con la excusa de terminar su tesis doctoral sobre
la Guerra Civil en el País Vasco, pero con el objetivo de saber qué
fue de su padre (desaparecido en abril del 39), y dónde está
enterrado su hermano, que falleció a los tres años en la cárcel de
mujeres donde encerraron a su madre durante cinco meses.
Y
por último, Vivir de rodillas nos
relata, a través de las investigaciones que hace Clara y de los
testimonios de varios amigos de su padre que lo vivieron en primera
persona, los hechos
acaecidos durante la Guerra Civil en el País Vasco,
y lo que pasó una vez terminada la guerra.
A
Clara, durante su estancia en el País Vasco, se le abre un nuevo
mundo; conoce a los amigos de su primo, con los que descubre lo que
es la amista y la diversión, algo que, a pesar de su juventud, casi
no ha tenido. Y también conoce a Juan, por quien sentirá algo más
que amistad.
Con
capítulos cortos, en los que se va intercalando el presente con el
pasado, Manu de Ordoñana
ha construido una novela interesante y entretenida,
que he disfrutado bastante y que me ha hecho reflexionar.
“La
barbarie no se olvida jamás, ni la violencia, ni el sufrimiento,
ni... los que no han padecido una guerra no podrán entender nunca la
ferocidad que esconde el alma humana”.
La
única pega que le pongo al libro es la historia de amor. No es el
eje de la novela, pero sí tiene su importancia y, para mí, le falta
algo. No sabría decir el qué, y eso que he estado reflexionando
sobre ello. Tiene el peso necesario en la historia y es coherente con
los personajes y con la época en que se desarrolla. He tenido la
sensación de que le ha faltado algo a la historia para hacerla
redonda, pero no sé definir exactamente el qué.
Recomendación final
Vivir
de rodillas es un libro
que demuestra que las novelas históricas pueden ser muy entretenidas
a la par que instructivas, y sin duda recomiendo su lectura.
Valoración:
Agatha Christie
Yo no me voy a animar por el momento. He terminado algo saturada con las novelas de la guerra civil, y ultimamente las evito si puedo. Además me preocupa lo que comentas de la historia de amor, asi que por ahora no la apunto. Besos
ResponderEliminarEste libro me gustaría mucho. Besos
ResponderEliminarParece estar bien aunque le falte algo. Yo también he tenido esa sensación a veces con alguna lectura.
ResponderEliminarUn besote.
Aunque los libros de la Guerra Civil no son los que más me atraen, este tiene algo que me llama: será eso de que hable del antes, durante y después lo que me parece tan interesante... 1beso!
ResponderEliminarNo me sonaba este libro. La temática me gusta y viendo que lo has disfrutado, no dudo en apuntarlo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Lo de que la acción transcurra en mi ciudad es para mi un gran aliciente.
ResponderEliminarBesos
Creo que es hora de salir un poco de la Segunda Guerra Mundial y adentrarme en la nuestra propia... es un buen libro para empezar, así que me lo apunto ^^ Entre este, y Pacto de lealtad, seguro que tengo buen comienzo :P
ResponderEliminarNo lo descarto, puede tratarse de una lectura interesante.
ResponderEliminarBesos
La Guerra Civil es una de mis épocas favoritas en novela. No conocía este libro así que tomo nota.
ResponderEliminarBesos
Una temática que me gusta, por lo que la leeré más adelante
ResponderEliminarNo lo conocía pero tiene muy buena pinta! gracias por la reseña :)
ResponderEliminarel tema no me agrada mucho, pero se nota que te ha gustado. Tomo nota del libro.
ResponderEliminarUn beso,
Ale.
No conocía la novela. No descarto su lectura en algún momento ya que trata de una de las etapas de las que más me gusta leer. Besos.
ResponderEliminar