Cierre temporal

No me voy por vacaciones, pero echo el cierre del blog hasta septiembre.

Aunque no es un adiós en toda regla, porque tengo unas cuantas entradas programadas y voy a seguir pasándome por vuestros blogs, pero no voy a dejaros comentarios, porque a mi móvil no deben gustarle (la mayoría de las veces o no me sale la ventana para añadir uno, o no me deja darle a publicar) y estoy cansada de pelearme con él. Así que seré una visitante silenciosa, u os comentaré por Twitter y Facebook.

Y mientras la mayoría os vais a la playa o la montaña, de fiesta o a relajaros y desconectar, yo me quedaré con la piscina y dándole caña a mi rodilla para que se ponga bien de una vez.

¡Pasadlo muy bien! Yo, ya que no me puedo ir de vacaciones, estoy aprovechando a escribir. No sé si saldrá algo decente, pero al menos durante unas horas al día (cuando mi ánimo y la rodilla me lo permiten) me evado a otro mundo. Eso sí, qué difícil es plasmar en un papel todo lo que imagina mi mente.

No voy a poder ir a la playa, pero ya me resarciré el año que viene