Título: El síndrome E
Título original: Le
syndrome E
Autor: Franck
Thilliez
Traducción: Joan
Riambau Möller
Nacionalidad: Francia
Destino, 2011
576 páginas.
Precio: 21 euros
ebook: 9,49 €
El síndrome E ha sido una lectura patrocinada por Laky, de Libros que hay que leer,
quien organizó una lectura simultánea que, si no a todos, sí a la gran mayoría
nos enganchó desde el principio.
Conocí a Franck
Thilliez gracias a varios blogs, entre otros, a Montse de Con el alma prendida a los libros. Y así
llegué a un autor que me encanta, y que puede que de otra manera, no hubiese
conocido. Una de las maravillas de la blogosfera: descubrir pequeñas y grandes
joyas que tal vez, si no fuese por otros blogueros, jamás hubieran llegado a
tus manos.
Argumento (parte de
la contraportada)
Un hecho muy
importante altera el verano de la teniente Lucie Hennebelle: un examante suyo
se ha quedado ciego cuando visionaba un
cortometraje que acababa de comprar. Una película muda, anónima, con un toque
malsano, diabólico y enigmático.
A kilómetros de
distancia, el comisario Franck Sharko acepta volver al servicio bajo la presión
de sus jefes, tras haber abandonado el departamento. Se han hallado cinco
cadáveres a dos metros bajo tierra que resultan imposibles de identificar, ya
que tiene las manos cortadas, la cabeza abierta y cerebro, dientes y ojos
extraídos.
Mi opinión
El síndrome E es el primero de la serie de Sharko y
Hennebelle. Antes de éste, hay otros dos
libros de Lucie (pero no traducidos al castellano), y otros dos de Sharko: El ángel rojo y Luto de miel. Voy a
hablar brevemente de ellos, sólo para remarcar lo importante en este otro. Si tienes intención de leer El ángel rojo o Luto de miel, ya sabes, sáltate los siguientes dos párrafos.
En El ángel rojo, conocemos a Sharko, ese
inspector de policía adicto a su trabajo, y sumido en una gran pena, porque su
mujer desapareció hace seis meses, y no se sabe nada de ella. Al final,
descubrimos que el asesino al que persigue, es un amigo suyo, y que además fue quien
secuestró a su mujer, la cual estaba embarazada. Consigue salvarla, pero ella
nunca volverá a ser la misma.
En Luto de miel, ya en el prólogo Thilliez
nos cuenta que su mujer y su hija están muertas. Su mujer nunca se recuperó
psicológicamente de las torturas sufridas durante su secuestro, y se lanzó a la
carretera con su hija en brazos, muriendo ambas. Luego pasan más cosas, no sé
el qué, porque sólo me leí los tres últimos capítulos (sí, sé lo que estáis
pensando, pero la noche de antes me entró curiosidad por ver qué pasaba, porque
Xula de Caminando entre
libros dijo que pasaba algo importante que tendría relevancia en los
siguientes libros). Y vaya si tenía razón: El bueno de Sharko sufre de
esquizofrenia paranoide, viendo a un viejo llamado Willy, y a una niña llamada
Eugenie. En el epílogo, deja la policía, empieza a tratarse esa esquizofrenia,
y estudia criminología. Y cuatro años después, sigue viendo a personas que no
existen.
Ya puedes seguir leyendo,
hemos llegado a El síndrome E. Dos casos
en principio sin ninguna conexión (el visionado de una película que deja ciego
a un exnovio de Lucie, policía separada y con dos hijas gemelas; y el
descubrimiento de 5 cadáveres sin cerebro, ojos, dientes ni manos del que se
encarga Sharko) acaban uniéndose, y así, los destinos de Hennebelle y de Sharko
se entrelazan, en un caso con mentes
enfermas, una película que esconde mucho más de lo que parece en un principio,
y un desconocido síndrome E que te pondrá los pelos de punta cuando descubras
lo que es.
Thilliez se sumerge de lleno en la mente de asesinos en
serie, crueles, violentos, inteligentes, sádicos. Y nos arrastra a una
investigación con dos personajes que viven para descubrir esa maldad que anida
en el mundo, y acabar con ella. La vida personal de Sharko es un
desastre: está solo, y sigue viendo a la pequeña Eugenie, a la que le encantan
las castañas confitadas y la salsa de cóctel. Lucie, por su parte, es madre
soltera de dos niñas pequeñas. Intenta compaginar su trabajo, su vida familiar
y su ocio, pero sin gran éxito; porque quiere muchísimo a sus hijas, pero su
trabajo es vital para ella, y no es fácil conciliar ambas cosas.
Thilliez siempre nos muestra lo peor de los seres humanos. Cada vez que se
descubría algo nuevo de la película, con la mujer desnuda y, sobre todo, con la
niña de ojos oscuros, prefería no seguir sabiendo. Porque cuántas atrocidades
se han cometido en nombre de la ciencia (sólo hay que ver los experimentos que hacían los nazis con
los judíos). Y como siempre, lo pagan aquellos a quienes la sociedad no echará
de menos, porque suponen una carga y no les importa lo que pase con ellos. Y lo
de la contaminación visual… tan cierto y tan plausible en nuestro mundo de hoy en
día, que dan escalofríos sólo de pensarlo (si no habéis leído el libro, podéis
pensar que os hacéis una idea, pero no, es mucho peor). “¿Qué hace usted cuando está cansada,
teniente? La vida es cada vez más exigente, más extenuante. Se refugia usted en
su casa, frente a sus pantallas, y se relaja. Abre su cerebro a las imágenes,
como un grifo, con una conciencia reducida, casi dormida. En ese momento se
convierte en un blanco perfecto y le inyectan cuanto quieren en la cabeza”.
Con capítulos cortos junto con otros más extensos, Thilliez
nos adentra en estas dos investigaciones que se convertirán en sólo una. ¿Cómo estarán relacionados los casos? ¿Cómo
se conocerán Lucie y Sharko? Estas eran las preguntas que me hacía. Porque
sabes que se conocerán, e intuyes que se van a llevar bien, porque Lucie es
como Franck hace muchos años, antes de que la crueldad de su trabajo le
absorbiera por completo.
Y claro que los casos están relacionados, porque la crueldad
llama a la crueldad, y la violencia engendra más violencia. Y van desmadejando el
misterio, uniendo piezas, descubriendo nuevas cosas sobre la misteriosa
película. Y mientras Sharko y Hennebelle empiezan a conocerse, tú vas sabiendo
un poquito más de ellos, y gustándote cada vez un poquito más.
Y antes de que te des cuenta, estás completamente absorto
por la trama. Thilliez sabe
cómo utilizar el lenguaje para crear una historia muy visual. Y cruel. Y
adictiva. Con unos personajes oscuros, llenos
de inteligencia y pasión, pero también de soledad y tristeza. Y a los que
coges mucho cariño, para mí al menos ha sido inevitable, aunque no comporta
algunas de sus acciones. Y llegas al final, ves
la cara de la maldad en persona, y tristeza y horror se dan la mano.
Y como ya estaba
advertida, tenía a mano Gataca, la continuación, para cuando terminase El síndrome E, porque todo el mundo
coincide en lo mismo: Thilliez realiza un cliffhanger de esos que, si no tienes
el siguiente, hace que quieras tirar el libro contra la pared y matar al autor.
Bueno, matarle no, que te quedas sin más novelas suyas. Tal vez, ponerle muchas
veces la película maldita. Pero
sabiendo que ya ha escrito mínimo el siguiente, claro.
Y aquí viene mi advertencia: Si no tienes Gataca a mano, no leas el epílogo de El síndrome E. De verdad, soy buena y os
aviso, porque más que querer, necesitarás leerlo.
Eso sí, yo sacié mi
curiosidad sólo con el prólogo y el primer capítulo. Como dije en Twitter,
necesitaba cambiar radicalmente de género, tanta maldad, y por partida doble,
no lo veía aconsejable. Y los libros me gusta dosificarlos, para disfrutar
plenamente de ellos, y que me quede un poquito más de Thilliez por un tiempo.
Además, ya se ha encargado Laky de organizar la lectura de Gataca para
septiembre. Pincha aquí
para apuntarte.
Para terminar mi
opinión, voy a decir las palabras que me vinieron a la mente nada más finalizar
El
síndrome E: Adictivo. Oscuro. Violento. Brutal. Y añado: Imprescindible.
Valoración:
9/10
“La crueldad, como cualquier otro vicio,
no requiere ningún motivo para ser practicada, apenas
oportunidad”.
George Elliot
Yo lo he regalado en un par de ocasiones, pero aún no me he decidido yo por él.
ResponderEliminarDespués de esta reseña, me lo apunto!
Saludos
Me gustó tanto por su historia, por la tremenda acción que tiene, por la temática y sus personajes. Thilliez fue para mí todo un descubrimiento.
ResponderEliminarLo tengo como eterno pendiente aunque quiero leer antes los anteriores, besotes
ResponderEliminarCoincido contigo, a mí también me ha gustado mucho y como he leído el epílogo, ya estoy deseando ponerme con el siguiente
ResponderEliminarBesos
Me has dejado bastante intrigada, pero por el momento huyo de lecturas de tantas páginas. Ahora busco cosas más livianas. Besos.
ResponderEliminarCoincido contigo, violento brutal y adictivo...
ResponderEliminarY deseando empezar ya la conjunta de Gataca
Me ha gustado mucho tu reseña, muy completa
Un beso
Thilliez me conquistó con este libro y los dos siguientes son todavía mejores !
ResponderEliminarBesotes.
Creo que este es uno de mis libros ideales. Últimanente no leo mucho, pero yo disfruto con una buena novela de crímenes. Lo que no suelo encontrar últimamente mi novela adecuada. Espero que esta cumpla.
ResponderEliminarUn saludo.
Me encantó, coincidimos en nuestras impresiones. Deseando estoy ponerme con gataca.
ResponderEliminarBesos
Me han recomendado mucho este libro y me apetece, aunque tanta oscuridad a veces me echa para atrás... Pero son tantas las buenas opiniones que siento que me estoy perdiendo algo a tener en cuenta. 1beso!
ResponderEliminarTwitter echa chispas con vuestra lectura de Thilliez y yo sin estrenarme, a mi la oscuridad me atrae y me asusta, jeje pero quiero ser valiente
ResponderEliminarBesos
Veo que disfrutáis con le lectura de esta novela pero no termina de convencerme. Besos.
ResponderEliminarQuería haberme apuntado a vuestra lectura simultánea pero no llegué a tiempo, demasiado que leer. Hace mucho tiempo que llevo detrás de ponerme con ellos y sé que lo haré, aunque no cuando. Besos.
ResponderEliminarYo también disfruté con la lectura. Y es verdad eso que dices después de leerlo uno necesita un descanso. Creo que disfrutaremos Gataca. Tengo unas ganas!!!
ResponderEliminarUn beso.
Me pillas con un autor que no me he estrenado, así que me he saltado los dos párrafos correspondientes (gracias por el aviso) y tomo nota de tener Gataca a mano, vaya forma de provodar :D
ResponderEliminarGracias y un beso!
He estado siguiendo vuestras opiniones y no me ha quedado otra que apuntármelos, no he leído eso dos párrafos, aunque no tengo claro si leeré esos libros. Un beso!
ResponderEliminarA mi este hombre me encanta!
ResponderEliminarMe he leído toda la saga y cruzo los deods porque haya más.
Emocionada estoy
Besos
Mira si cruzo los dedos que se me han mezclado las teclas...
EliminarQué gustazo ver como lo habéis disfrutado. Suscribo una por una tus palabras y tus adjetivos finales. Verás como te va a gustar Gataca (para mi gusto, el mejor de la saga).
ResponderEliminarBesos.
No he leído nada de él aun pero por lo que habla todo el mundo que me rodea no pienso perderme ninguno de los que escriba
ResponderEliminarTengo pendiente los tres de este autor y deseando ponerme con ellos. Veo que para tí ha sido una lectura casi perfecta.
ResponderEliminarUn beso.
No paro de leer reseñas buenas de las novelas de este autor. A ver cuándo me pongo con ellas.
ResponderEliminarBesotes!!!
Estoy deseando empezar Gataca. Me encanta este autor
ResponderEliminarBs.
Absolutamente de acuerdo contigo, muy duro pero imprescindible. Besos.
ResponderEliminarMe ha costado leerlo, fue un cúmulo de cosas que no me dejaron centrarme y no lo disfruté como debería, aunque al final me gustó, no lo disfruté como quería
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