Amigas invisibles

En Navidades, me tomé un pequeño respiro del blog. De vez en cuando necesito tomármelos. El blog es un hobby con el que disfruto mucho, y que me depara muchas alegrías, pero también requiere dedicación, y cuando me empiezo a agobiar o estoy tan cansada que ni me apetece encender el ordenador, necesito hacer una pausa, para retomarlo después y poder disfrutar siempre con él. El día que pase a sentirlo como una obligación, será el momento de abandonarlo por un tiempo.

Así que vuelvo a él como los niños al cole, el 8 de enero. Y vengo a hablaros de mis amigas invisibles. Sí, habéis oído bien, amigas, en plural :)

La primera en verdad no es invisible, pero me apetecía incluirla. Eva, más conocida como Ítaca, del blog Ítaca buscando a Ulises, me dijo que si quería una felicitación navideña casera, hecha por ella y su hija. Acepté encantada, y me gustó mucho recibirla. ¿A que es una monada?

Después, con mis amigas este año hicimos el amigo invisible, y tenía que ser hecho algo a mano por nosotras (como en Friends). Y lo que me regaló mi amiga Virgi me hizo muchísima ilusión. Mirad qué chulada :) Estoy viendo dónde ponerlo en mi habitación, creo que le he encontrado el sitio perfecto. Y estoy pensando más usos que darle, pero tengo que pensar bien cómo hacerlo.

Además, me regaló el libro "Tu idea mola", para que ponga en orden mi cabeza y un día de estos termine las novelas, digo novela, digoooo algo, que tengo a medias.

Muchas gracias, Virgi. Por si no te había quedado claro, me ha encantado tu regalo :D

Y por último, pero no menos importante, el 5 de enero por la noche (porque en mi casa tenemos enchufe con los Reyes y vienen esa noche) tuve una gran sorpresa. Mi padre me dio un regalo de parte de mi amiga invisible. No tengo foto del envoltorio porque de la sorpresa lo rompí sin contemplaciones. Os transcribo más o menos la conversación surrealista que mantuve con mi padre:

- Tengo un regalito para ti de tu amiga invisible.

- ¿Ah, sí? ¿Que ha llegado mi bloguero invisible y no me lo has dicho? ¿Por qué has abierto el tuyo hace días y el mío me lo das ahora? ¿Y por qué lo tienes tú? ¿Venía así, sin sobre? ¿Y por qué viene sin sobre? ¿Es alguien de Madrid, alguien que conocemos y te lo ha dado en mano?

- Noooo. Ábrelo y verás.

Y eso hice, pensando que era del bloguero invisible, y que mi padre había abierto el suyo, y había esperado hasta la noche de Reyes para darme el mío. Pero cuando vi el libro, supe que no era eso, porque no estaba entre la lista de Kayena. Y era uno que yo quería: Diaro de una volátil. Yo seguía en shock, sin comprender nada.

- Pero a ver, ¿esto de dónde ha salido? No tiene tarjeta, ni nota, ni nada. ¿Quién te ha dado esto? 

- ¿Por qué no miras dentro del libro?

- Ya lo he hecho y no hay nada.

- ¿Quieres volver a mirar?

- Que no hay nada. Ah, pues sí, hay una carta. ¡Pero si es de Carla! ¿Cuándo te ha enviado esto? ¿Y por qué? ¿Y...? - Mi cara debía ser un poema.

- ¿Por qué no lees la carta?

Y eso hice, porque me había dirigido al final sin leer nada para ver de quién era.

Si el libro me sorprendió y me hizo una gran ilusión, la carta me emocionó. Sigo sin saber cuándo me lo envió, solo sé que mi padre y ella se confabularon para que fuese una sorpresa (y vaya si lo fue), y el por qué del envío es muy simple: Carla es un cielo. Hubo momentos en 2014 que no fueron buenos para ninguna de las dos, y resulta que en la blogosfera hay gente tan maja que al final acaban siendo un apoyo y convirtiéndose en amiga. Muchas gracias, de verdad.

Como veis, este año he tenido tres reinas magas muy majas. La cuarta (o el cuarto), el del bloguero invisible, se ha perdido por el camino, porque aún no lo he recibido. Pero mi paquete (bueno, paquetes, también hay uno para Carla) se mandaron el mismo día que el de mi padre, y el suyo ya le ha llegado. Así que quiero pensar que se han encontrado por el camino y se han hecho amigos; si no llegan el viernes empezaré a preocuparme.

Gracias Eva, por mandarme una tarjeta tan chula, porque sí, por mantener el espíritu navideño.

Gracias Virgi, por esos regalos, ver ese autobús y a las dos en él me hizo mucha ilusión, no me lo esperaba y me gusta un montón.

Gracias Carla, tu regalo tampoco me lo esperaba para nada, y no sé qué me ha gustado más, si la carta o el libro.

Y gracias a todos los que leéis el blog, jamás esperé que fuese a depararme tantas alegrías y conocer a personas tan estupendas como vosotras.