Autor: Romain Puértolas
Nacionalidad: Francia
Traducción: Romain Puértolas y Patricia Sierra Gutiérrez
Traducción: Romain Puértolas y Patricia Sierra Gutiérrez
Grijalbo, 2015
256 páginas.
Precio: 16,90 euros
ebook: 9,99 €
Cuando vi por primera vez el libro de La niña que se tragó una nube tan grande
como la torre Eiffel, me llamó la atención, es uno de esos títulos que te
atraen sin remedio. Y cuando vi que era del mismo autor que El increíble viaje del faquir que se quedó atrapado
en un armario de Ikea (libro que aún no he leído, pero que está entre mis
pendientes, sobre todo después del encuentro con Romain Puértolas), me terminó por decidir. Lo empecé a leer sin casi saber lo que me
iba a encontrar en su interior. Mi única idea era que iba a ser divertido. Y
aunque no me reí tanto como me imaginaba, me gustó más de lo que esperaba.
Argumento
Una cartera parisina necesita viajar
a Marrakech para llevarse de allí a su hija adoptiva, muy enferma. Pero, cuando
Providence Dupois está a punto de partir, un volcán islandés despierta y
paraliza el tráfico aéreo europeo. Desesperada por reencontrarse con la niña,
la joven madre entiende que tan solo le queda una opción: echar a volar.
Un joven enamoradizo ayudará a
Providence a emprender este viaje tan extraordinario, a lo largo del que
conocerá a personajes tan variopintos como un chino que habla como un pirata y
unos monjes tibetanos que escuchan a Julio Iglesias. Y es que el amor de una
madre es tan fuerte como para despegar hacia las nubes. Una fábula para adultos con un
mensaje de amor universal.
Mi opinión
He de reconocer que al principio me
costó meterme en la historia (lo que no sabría decir si por mí y mi cansancio o
por el libro), pero una vez que el narrador (un hombre que acude a la
peluquería a que le corten el pelo) mete de lleno en la historia al peluquero,
tú también te introduces en la vida de Providence y Zahera.
Tal vez lo más difícil de “aceptar”
es que, en el mundo actual y real, alguien vuelve solamente con el poder de su
mente y la ayuda de sus brazos. Porque, que te digan que Superman vuela, que
Stephen King te presente a una telequinética, o que Tolkien te sumerja en la Tierra Media , lo ves normal y
verosímil, porque no es nuestro mundo, es otro que en algunos aspectos se
parece al nuestro. Pero que tu vecina un día surque el cielo… ya no es tan
creíble. Pero de pronto, allí estás, sobrevolando la Tierra junto a Providence.
Y tras todo lo que ha pasado ella para llegar a ese momento, te parece lo más
natural del mundo. La gente normal (y la anormal tampoco) no puede volar por sí
misma, pero Providence siempre ha sido especial, y que logre ir de Francia a
Marruecos volando por sí misma lo demuestra.
Como decía al principio, no me he reído con La niña que se tragó una nube tan grande como la torre Eiffel tanto
como esperaba. Tiene
golpes de humor buenísimos, referencias a la actualidad y detalles que te sacan
más de una sonrisa cuando los lees; pero no me he reído a carcajadas. Aunque no lo he echado en falta: El libro
derrocha tanta imaginación y “buen rollo”, que sus páginas vuelan en tus manos
y, antes de que te des cuenta, ya lo has terminado.
Y La
niña que se tragó una nube tan grande como la torre Eiffel tiene un
elemento más del que aún no he hablado: el amor. Y uno de los amores más
fuertes, puros e intensos que existen, sino el que más: el amor maternal. De
ahí saca Providence la fuerza y el poder necesarios para volar junto a su hija
Zahera, la cuál está muy enferma y a quien ha prometido llegar a su lado antes
de esa noche. Tanto Providence como Zahera me han encantado. Zahera es una niña
muy enferma, con una enfermedad que si en el mundo desarrollado te limita y
rebaja la calidad de vida, imaginaos en Marruecos, siendo huérfana y sin los
medios necesarios para tratarla. Su “nube”, como Providence bautiza a lo que
tiene Zahera, la ha acompañado desde que nació, pero ella se resiste a que le
gane la batalla, y tiene grandes sueños: ser la primera astronauta-pastelera. Cuando Providence y Zahera se conocen, es
amor a primera vista: De pronto, Providence se convierte en madre y Zahera, en
hija, creando un vínculo muy fuerte e irrompible. Ese encuentro trastoca
sus mundos, abriéndoles los ojos (y el corazón) a algo con lo que no contaban
ni imaginaban. Como decía, el amor entre madre e hija es uno de los más fuertes
que existen.
No esperaba emocionarme con La niña que se tragó una nube tan grande
como la torre Eiffel como lo he hecho: Romain
Puértolas, además de contar una historia desenfadada, divertida y con mucha
fantasía (justificada, como él mismo dice), consigue tocarte la fibra sensible
y emocionarte con la historia y sus personajes.
Y el final… (tranquilos, que no voy a
desvelar nada). Sólo decir que el final es buenísimo, cuando cierras el libro
te deja muy buen sabor de boca, y que esa sensación te acompañará durante un
tiempo.
Conclusión
En definitiva, La niña que se tragó una nube tan
grande como la torre Eiffel me ha encantado. Detrás de lo que aparenta ser
una “simple” novela fantasiosa y divertida (lo cual no es poco) hay mucho más:
Un libro también emotivo, que desprende positividad y ternura, y que sin que te
des cuenta habrás terminado con una sonrisa y el corazón encogido.
* Gracias a Penguin Random House por facilitarme el ejemplar para su lectura.
** Os recuerdo que aún estáis a tiempo de participar (hasta el domingo 28 de junio) en el sorteo de un ejemplar de la novela. Para apuntarte, pincha aquí o en la imagen.
Jo, no me llamaba la historia del libro, pero tras tu reseña no lo descarto. Iré investigando un poquito más :-)
ResponderEliminarUn beso!
Que buena pinta, yo tampoco me leí su anterior libro, pero me lo han recomendado... este libro seguro que me gusta.
ResponderEliminarBesos
Lo anoto que este tipo de libro emotivo y fantasioso me suele gustar mucho.
ResponderEliminarUn beso
Pues la verdad es que este libro en principio a mi no me llamaba pero tras ver entrevistas e indagar un poco más en la sinopsis me apetece un montón.
ResponderEliminarBesos.
Para mi también fue una sorpresa, porque tampoco esperaba esta historia tan emotiva
ResponderEliminarYo tengo mucha curiosidad por conocer la prosa del autor. De hecho, desde que vi el libro del faquir, pero creo que por lo que nos cuentas no deben ser muy parecidos. Aún así tengo curiosidad.
ResponderEliminarUn beso.
Tengo pendiente el anterior libro de Romain Puértolas y éste espero que me toque en el sorteo Je!! Besotes
ResponderEliminarEl libro no me llegó nunca y acabo de apuntarme a tu sorteo, a ver si hay suerte. Besos.
ResponderEliminarNo sé si es mi tipo de libro pero no me cierro y me he apuntado al sorteo :)
ResponderEliminarUn beso
Tiene buena pinta, si cae en mis manos lo leeré
ResponderEliminarBesos
No me llama esta novela.
ResponderEliminarParece una lectura refrescante ahora para el verano. Lo tendré en cuenta, pinta bien.
ResponderEliminarUn beso ;)
No me llamaba este libro pero ahora me haces dudar.
ResponderEliminarBesotes!!!
No me importaría leerlo =)
ResponderEliminarBesotes