Autor: Andrés Ortiz Tafur
Nacionalidad: España
Huerga y Fierro, 2015
178 páginas.
Precio: 15 euros
Caminos que conducen a esto me gustó mucho, así que cuando su autor, Andrés Ortiz Tafur,
público y me ofreció su nuevo libro de relatos, Yo soy la locura, no dudé y acepté al momento: Esa portada me invitaba a encontrarme en su interior relatos
originales, distintos, impactantes, y me he encontrado con todo eso y más.
Argumento
Los relatos de Andrés Ortiz Tafur se
suceden como un ritual de las emociones, donde los sentimientos humanos se
desplazan a través de una especie de locura que no es tal, pues todos y cada
uno de los protagonistas de estos cuentos solo atesoran las debilidades y
pasiones del ser humano. A partir de un cuadro de Emilio Maldomado titulado, Yo
soy la locura, el narrador traza un universo literario único, a modo de
territorio que él explora desde la incredulidad o la sorpresa que le transmiten
sus personajes, siempre prisioneros de sus bajas pasiones, pues el sexo, el
amor, la lujuria, el egoísmo o la infidelidad se nos muestran como enfermedades
incurables. Aquí, el narrador juega a mostrarnos el mundo de la pareja como un
solar devastado por el día a día y las necesidades irreconciliables del ser
humano. Y lo hace muy al estilo de Raymond Carver (bajo el signo de un realismo
sucio que, a veces, es muy cruel), pues en cada relato, finalmente, nada es lo
que parece, y bajo esa sencillez de las situaciones cotidianas, que solo nos
dejan ver una pequeña parte del iceberg (aplicando la teoría de Hermingway) se
encuentra todo un largo y complicado tratado sobre el comportamiento humano, el
del hombre y la mujer que, como dos antagonistas, en demasiadas ocasiones se obstinan
en no darse una nueva oportunidad.
Mi opinión
Julio Cortázar dijo que las novelas se ganan por
puntos y los cuentos, por KO. En todos los relatos (aunque unos me hayan
gustado más que otros, como siempre ocurre en una compilación), Andrés Ortiz consigue una cosa que a mí me
parece muy difícil y que es lo que más valoro cuando leo un relato: Ningún
relato te deja indiferente.
Desde esas hormigas monjas en La cuadratura del círculo, que persiguen lo mismo por motivos diametralmente opuestos, pasando por El regalo que quizá no lo sea tanto, o esa incertidumbre que ya no te dejará vivir tranquilo aunque se vuelva certeza, como le pasa al protagonista de El ateniense, todos los relatos me han parecido originales, que parten de una idea muy buena y que el autor desarrolla de manera magnífica.
Cuando terminé el libro, no habría sabido decir cuál era mi relato preferido. Ahora que lo he dejado reposar un tiempo, lo tengo claro: aquel que primero me viene a la mente cuando pienso en Yo soy la locura. Y no, no es aquel que da título al libro (también muy bueno). Ni el primero, con el que te das cuenta de que estás ante un libro distinto. Tampoco el último, que es muy bueno y el colofón perfecto para acabar el libro, con esas dos hormigas que llevan el extremismo al extremo. Mi preferido es el penúltimo: Tu último deseo. Me encanta la manera en que lleva al protagonista a una situación límite partiendo de una situación cotidiana. "Te has prestado a ser la cabeza a la que apunta el revólver". Me parece el ejemplo de cómo a veces nos dejamos arrastrar y sin darnos cuenta, acabamos frente a un precipicio. Una historia que me ha gustado mucho y que, como decía, no se ha ido de mi cabeza.
En conclusión: Sé que a muchos no os gustan demasiado los relatos y preferís las novelas (cuando a mí me parece que los relatos tienen mucho mérito, pues condensan toda una historia en muy pocas páginas y, si es realmente bueno, te emocionará o no te dejará indiferente), pero si os gustan las historias originales, tenéis que dar una oportunidad a Yo soy la locura, no creo que os defraude.
Yo soy de las que sí disfrutan con los relatos, les he ido cogiendo el truco con el tiempo y ahora casi todas las semanas caen un par de relatos. Eso sí, leo de forma bastante caótica porque en cuanto leo un par de relatos del mismo autor me saturo y tengo que cambiar. No me importaría darme tiempo con este.
ResponderEliminarBesos.
No es un género que me apetezca especialmente y aunque para el mes que viene tendré que leer alguno, intentaré leer alguno de los que se me han acumulado en casa.
ResponderEliminarUn beso
Ya sabes que con los relatos no me animo generalmente.
ResponderEliminarBesos.
A mí los relatos me gustan mucho, Teresa, así que me lo apunto, que, además, aún no me he estrenado con este autor.
ResponderEliminarbsos!
A mi como me gustan tanto, no me importaría acercarme a estos libros. Besos
ResponderEliminarEs verdad que somos muchos los que no nos animamos con los relatos con el merito que tiene escribir uno bueno, pero algo hace que no me sienta inclinada a su lectura. Besos.
ResponderEliminarNo lo conocía, pero por la sinopsis y lo que cuentas de momento no lo apunto, tengo muchos pendientes y éste no me llama demasiado
ResponderEliminarun beesito
Esta vez no me animo con la lectura. Los relatos no son lo mío y en estos momentos tampoco me apetece intentarlo.
ResponderEliminarBesos
Leo relatos y novelas eso no es problema. El problema de estos libros parece que no se da aquí y es que no todos te parezcan tan buenos, si encima sorprenden... perfecto.
ResponderEliminarBesos
Me convenció el autor con su anterior libro de relatos y por lo que cuentas, creo que también me va a convencer con éste. Apuntadísimo.
ResponderEliminarBesotes!!!
No me veo con ellos ahora mismo.
ResponderEliminarLo leí precisamente en verano y lo disfruté mucho: Andrés es un gran autor que sabe condensar en pocas páginas todo un mundo. 1beso!
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