Reseña La Química de Stephenie Meyer

Título: La Química

Autora: Stephenie Meyer
Traducción: Manu Viciano

Nacionalidad: Estados Unidos

Suma de letras, 2017

632 páginas.

Precio: 19,90 euros
Ebook: 9,49 €

Leí "Crepúsculo" cuando se publicó (hace ya la friolera de 10 años), y aunque Bella me pareció un poco "noña" y ciertas cosas de la historia de amor no me gustaron, las novelas me engancharon, porque Stephenie Meyer sabe cómo atraparte en las historias que cuenta. Por eso, cuando me enteré de que publicaban “La Química”, me entraron muchas ganas de leerlo, para ver cómo se defendía la autora con un libro para el público adulto y, además, un thriller.

“La Química” empieza con la protagonista (de los mil nombres y su sistema especial de protección que requiere llevar máscara antigás para dormir) contándonos (a través de un narrador en tercera persona) que está huyendo del gobierno (para el que ella trabajaba) porque intentan matarla, y su único objetivo de los últimos tres años ha sido sobrevivir. Al principio no sabes qué hacía para el gobierno, pero ves que bajo esa fachada de chica menuda y desvalida se esconde una mujer muy inteligente y muy fuerte, una dura contrincante que no se rendirá fácilmente.

Su rutina, hecha a medida para vivir un día más, escondida y lo más segura posible que puede lograr, se viene abajo cuando recibe un email y decide aceptar el encargo que le hace su antigua agencia, para poder volver a tener una vida normal y no estar huyendo todo el rato.

Desde un primer momento, “La Química” te atrapa, porque tiene un ritmo muy ágil y quieres saber por qué huye la protagonista (Juliana en su antigua vida, con diferentes nombres más adelante, y Alex en la actualidad). Ni ella misma sabe a ciencia cierta por qué desean verla muerta. Sospecha que, debido a su trabajo, accedió a cierta información que alguien para los que trabajaba consideró que no debía saber y ordenaron eliminarla; pero no sabe cuál.

Mientras descubrimos cómo se las ingenia Alex para sobrevivir y cuáles son sus escudos y herramientas mortíferas (con venenos, tóxicos y sustancias que nadie querría probar), vamos conociendo cosas de su pasado, y de su terrible trabajo. Tampoco quiero desvelar mucho más, para que lo vayas descubriendo por ti mismo, porque considero que es uno de los puntos fuertes de la novela.

Como decía, a mí la historia me atrapó desde el principio, quería seguir leyendo para ir sabiendo más cosas de la protagonista y lo que le iba a ocurrir. Por un lado, la novela es muy visual, me la imagino perfectamente llevada al cine, es una historia que se adaptaría muy bien, porque se presta a ello. Por otro lado, las descripciones en algunas ocasiones se me hicieron un poco farragosas, y me faltaron más detalles sobre otras cosas, porque los agentes químicos y sus reacciones no son un tema que domine, y te lo explica de manera sencilla, pero un poco ambigua, y he echado de menos una explicación más clara o profunda.

En cuanto a la historia de amor, me ha parecido un tanto precipitada y poco creíble, debido al contexto en el que se desarrolla. No digo más porque haría spoiler. Sí, existe el amor a primera vista, pero en determinadas circunstancias, como lectora, necesito algo más para que me resulte del todo verosímil. Y con las historias de amor soy un poco puntillosa, así que puede ser sólo cosa mía.

Eso sí, una vez que la novela se "mete en faena", conoces a todos los protagonistas y aceptas la historia de amor, el libro vuela en tus manos, porque la acción no para en ningún momento y necesitas saber lo que va a pasar con Alex y compañía.

Me ha encantando la protagonista. Stephenie Meyer ha contado que quería escribir sobre un Jason Bourne (a quien dedica la novela) en mujer, y que usara la mente y su inteligencia en lugar del cuerpo y la fuerza física, y lo ha logrado. Alex es una mujer menuda, bajita y delgada, sin fuerza física. Se conoce y conoce sus puntos débiles, por lo que usa sus fortalezas para hacer frente a sus enemigos y sobrevivir: su inteligencia, su conocimiento sobre química y su instinto de supervivencia, las tres cosas desarrolladas al máximo debido a las circunstancias. Que convierta sus puntos débiles (y los que otros pueden considerar como tal) en sus puntos fuertes es algo que me encanta, y que Stephenie Meyer logra hacer a la perfección.

Otra cosa que Stephenie Meyer hace muy bien es conseguir que enseguida, de una manera sencilla y rápida (lo que no es fácil de lograr), entiendas a los personajes y sus motivaciones, y que empatices con ellos, aunque en otras circunstancias no lo hicieras. Los personajes (aunque uno de ellos es el típico arquetipo de agente norteamericano, pero que da el contrapunto a la protagonista, con quien tiene diálogos divertidos) están bien construidos, sobre todo Alex, protagonista indiscutible de “La Química”. Eso sí, me hubiera gustado que la autora profundizara un poco más en ella, aunque sabiendo que en los thrillers prima la acción sobre los personajes para que la historia no pierda ritmo, entiendo que es complicado.

En conclusión, “La Química” es un thriller muy entretenido con una protagonista que me ha encantado conocer y cuya lectura he disfrutado.

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