Precio: 17 euros
Ebook: 7,59 €
Ebook: 7,59 €
Lo
que me llamó la atención de Transparente
y el motivo por el que me animase con su lectura fue su argumento, me pareció
que podía contener una historia original, diferente, y así ha sido.
Argumento
Algunos chicos de diecisiete años desean desaparecer.
Algunas chicas de veintinueve temen a la muerte
porque aman la vida.
A veces los deseos y temores se cumplen.
A veces lo mejor es conocer a alguien...
Y ser TRANSPARENTE.
¿Qué significado tiene nuestra existencia?
Una novela poética, directa, dulce, atrevida,
implacable... con un ritmo trepidante y situada en una Barcelona… distinta.
Un canto a la libertad y al AMOR en mayúsculas
que te reconcilia con la vida.
Mi
opinión
La novela se divide en
capítulos cortos, contados en primera persona unos por Gabriel y otros, por
Júlia. Y por capítulos de los dos, compuestos únicamente por
los diálogos de las conversaciones que mantienen entre ellos.
Quien
empieza contando la historia, y quien al principio tiene más protagonismo, es
Gabriel. Es un chico de 17 años que se ha matado en un accidente de moto, y
quien contempla su propio funeral. Nadie puede verle ni escucharle, pero él sí;
además, es transparente, pero no etéreo, porque puede tocar las cosas e
interactuar. No le importa demasiado haber muerto, se siente liberado.
La
otra protagonista, Júlia, una profesora de 29 años, también murió en el
accidente, cuando Gabriel se chocó contra la mesa en la que ella estaba tomando
unas copas con sus amigas. Ella está destrozada, “conviviendo” con su novio,
mientras intenta hacerle un poco menos dura la pérdida de él y entender la suya
propia.
Las voces narrativas
están muy bien conseguidas, en todo momento te crees que te
está hablando un adolescente cuando se trata de él, y una chica joven en el
caso de ella. Aunque la historia me enganchó desde el primer momento, movida
por la curiosidad, he de reconocer que los
primeros capítulos me costaron un poco, metida en la mente de ese adolescente
empecé a pensar que tal vez el libro no era para mí, que iba destinado a un público
más joven. Pero luego el libro empieza a evolucionar, a medida que sus
protagonistas también lo hacen.
Me parece
un libro mucho más profundo de lo que puede parecer antes de introducirte en
sus páginas. Mezcla la muerte, los miedos, los anhelos, la culpa, el amor,
la familia, la amistad, la vida y la existencia de tal forma que no puedes más
que involucrarte y reflexionar sobre tu propia vida.
La historia toma algún
derrotero que no me esperaba, pero lo hace de tal forma que te acaba pareciendo
lo más natural, conforme a la personalidad de los protagonistas y sus acciones.
No
puedes evitar empatizar con Gabriel, ese adolescente rebelde y problemático, egocéntrico
e inmaduro, con un gran bagaje a sus espaldas a pesar de su corta edad. Puedes sentir
su dolor ante la ausencia de amor por parte de su madre, y cómo se construye
una coraza para sobrevivir a un mundo sin el pilar emocional tan importante
como son los padres.
Y
qué decir de Júlia… con 29 años, y aún no había empezado a vivir realmente su
vida, siendo mera espectadora de la misma. Se da cuenta ¿demasiado tarde? de
que ha vivido según las expectativas de los demás, y no según sus propios
deseos.
«Siempre he
pensado que era libre para hacer lo que quisiera, siempre que lo deseado
formara parte de una lista cerrada que permanecía guardada en algún sitio. Podía
elegir entre todas esas opciones, pero no más. La felicidad estaba allí. Y el
resto, todo lo que quedaba fuera –por alguna razón que nadie me explicó jamás–,
no me correspondía. Siempre lo sentí así. Hacer lo correcto. Lo que se espera
de mí según esa lista, en cuyo contenido no se me invitó a participar».
Cada
lector de esta novela se fijará más en ciertos detalles de la novela que en
otros, según su propia experiencia y el momento en que lo lea. Pasa con todos
los libros, no hay dos lectores que lean el mismo libro. Yo me quedo con la
importancia de decidir. Las decisiones
que tomamos son las que marcan nuestra vida, el camino que tomamos. Y muchas
veces no somos conscientes de ello, nos dejamos llevar porque es lo conocido y,
por tanto, lo cómodo y seguro, aunque no sea lo mejor. Y eso acaban haciendo Gabriel
y Júlia, tomando una decisión, la mayor de su vida (o de su muerte, según se vea).
Tal vez no la correcta, o la que otros en su lugar hubieran tomado, pero sí la
suya y, por tanto, la mejor.
Transparente es una lectura distinta que he
disfrutado mucho, aún me vienen de vez en cuando fogonazos y sensaciones de la
historia, síntoma de que el libro ha dejado una huella en mí.
Me alegro que te haya gustado
ResponderEliminarPues justo lo contrario me ocurrió a mí, no me llama nada de nada y a pesar de tu buena opinión creo que no es lectura para mí.
ResponderEliminarBesos.
Me alegra que lo hayas disfrutado, aunque esta vez lo dejo pasar, que no me llama.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola guapa!
ResponderEliminarVeo que te ha gustado, yo lo apunté en su momento pero aún no me he hecho con él...
Un besote 💋
También disfruté con esta novela y eso que cuando la empecé no las tenía todas conmigo. Yo recomiendo que se le de una oportunidad.
ResponderEliminarReconozco que esta vez el toque sobrenatural me echa un poco para atrás, y mira que no suele pasarme. Pero me gusta ver que también te ha pasado a ti, o a albanta, y que luego os ha resultado una lectura más profunda de lo que pudiera parecer.
ResponderEliminarBesos.
Hola Teresa,
ResponderEliminarYa había leído alguna que otra reseña positiva, y aunque el libro está catalogado como género juvenil dicen que los temas tratados son más profundos y por tanto ideal para un público adulto.
De entrada, la premisa resulta original. Me parece interesante que la autora haya elegido dos protagonistas tan diferentes, un adolescente y una mujer adulta con caracteres también muy diferentes. Interesante la reflexión final que mencionas....
Pese a tu reseña, creo que este no es de los míos. Un besote!!
ResponderEliminarEn este caso no me decido con esta lectura. Besos.
ResponderEliminar