El último regalo de Paulina Hoffmann de Carmen Romero Dorr

Título: El último regalo de Paulina Hoffmann

Autora: Carmen Romero Dorr

Planeta, 2018

384 páginas

Precio: 19,90 euros

Ebook: 12,34 €

El último regalo de Paulina Hoffmann tenía todos los ingredientes para llamarme la atención e intuir que disfrutaría con su lectura: una familia con secretos, un pasado doloroso, la Segunda Guerra Mundial bajo la perspectiva de los alemanes… Y así ha sido, es un libro que me ha gustado muchísimo.

SINOPSIS

Paulina Hoffmann crece en el infierno del Berlín nazi, pero el horror invade del todo su vida cuando el ejército ruso ocupa la ciudad al final de la guerra. En esos días, su madre toma una decisión que marcará para siempre la historia de Paulina: su huida desesperada al Madrid de la posguerra, su apasionada juventud en España, su inesperado matrimonio y, sobre todo, el gran amor hacia sus hijos y su única nieta, Alicia.

Será Alicia la que, muchos años más tarde y tras la muerte de Paulina, decida viajar sola a Berlín para sumergirse en el pasado de la mujer de la que tanto aprendió y comprender el último secreto de su abuela, una auténtica superviviente que logró decidir su propio destino a pesar de los recuerdos y el silencio.

MI OPINIÓN

Dos son las protagonistas de El último regalo de Paulina Hoffmann: la propia Paulina y su nieta, Alicia. A la muerte de Paulina (tranquilos, no es un spoiler, sino el comienzo de la novela), Alicia descubre que ha heredado un piso en Berlín. Desconocía que su abuela hubiera viajado allí, y mucho menos que poseyera un piso. Decide viajar a Berlín y averiguar por qué su abuela compró una casa y, sobre todo, por qué se lo ocultó. Y de paso, huir de su vida y de aquello imperdonable que hizo que acabó con su matrimonio y que sólo le contó a su abuela.

También retrocederemos al pasado, cuando Paulina era sólo una niña y tuvo que vivir el horror de la Segunda Guerra Mundial en Alemania. Ella no era judía, por lo que no vivió el infierno de los campos de concentración, pero eso no la libró de sufrir, junto a su madre, otro tipo de infierno. El dolor de Paulina no se acabó en la infancia, a lo largo de su vida sufrió más de un golpe, como iremos descubriendo, pero Paulina Hoffmann es uno de esos personajes fuertes, luchadores, con una fuerza interior increíble y que, a pesar de todo el dolor padecido, aman con todo su corazón a sus seres queridos. Es imposible no quererla y caer rendida a sus pies.

Por otro lado, tenemos a Alicia. Ha dejado su trabajo, se ha separado de su marido, echa muchísimo de menos a su hijo y, en esas dos semanas que va a estar separada de él, decide viajar a Berlín para visitar la ciudad, descubrir por qué su abuela viajó allí y no le dijo nada y, sobre todo, para intentar que la soledad de no estar esos días con su hijo y el haber perdido a su abuela no sea insoportable.

Y así, viajando del pasado al presente, iremos conociendo a las dos, y la relación tan bonita, estrecha e irrompible que tenían ambas, siendo su soporte mutuo, el lugar donde refugiarte, la persona a la que siempre recurrir, con la que no hay secretos ni necesidad de fingir… excepto en lo relativo al pasado de Paulina, pues duele demasiado como para hablar de ello.

En la novela hay momentos duros, de esos que te encogen un poquito el corazón, pero esa tristeza no tarda en disiparse porque lo que inunda el libro es la esperanza, las segundas oportunidades, la fuerza para seguir adelante, el amor; aunque al rato la tristeza vuelve a golpearte, porque la vida es bonita pero también dura. 

Con un lenguaje sencillo y fluido, la autora te atrapa en esta historia de personajes, con esa relación tan especial entre abuela y nieta, con secretos dolorosos y un pasado atormentado que marca toda una vida. La novela trata sobre la amistad, los errores cometidos, el duelo, la culpa, la redención y, sobre todo, el amor por nuestros seres queridos, ese que hace que la vida tenga sentido y sea un lugar mejor.

Y así, antes de que te des cuenta, has llegado casi al final de la historia. Porque aún te queda algo por descubrir: el último regalo de Paulina Hoffmann, ese que le hace a su nieta y que es el final perfecto para la novela. Y cierras el libro y suspiras, triste por despedirte de Alicia y de Paulina. Y agradecida por haberlas conocido.

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