Título: Los restos del día
Autor: Kazuo Ishiguro
Traducción: Ángel Luis Hernández
Anagrama, 1990
270 páginas
Al
terminar la lectura de Los restos del día
me quedé tocadísima. Y sin palabras para describir lo que su lectura me había
supuesto. Pero no sólo palabras para los demás, tampoco para mí misma. De tal
forma te agarra Kazuo Ishiguro, dejándote como un trapo cuando al fin te
suelta. Y soy tan masoca que volvería a por más.
SINOPSIS
Inglaterra, julio de
1956. Stevens, el narrador, durante treinta años ha sido mayordomo de
Darlington Hall. Lord Darlington murió hace tres años, y la propiedad pertenece
ahora a un norteamericano. El mayordomo, por primera vez en su vida, hará un
viaje. Su nuevo patrón regresará por unas semanas a su país, y le ha ofrecido
al mayordomo su coche que fuera de Lord Darlington para que disfrute de unas
vacaciones. Y Stevens, en el antiguo, lento y señorial auto de sus patrones,
cruzará durante días Inglaterra rumbo a Weymouth, donde vive la señora Benn,
antigua ama de llaves de Darlington Hall. Y jornada a jornada, Ishiguro
desplegará ante el lector una novela perfecta de luces y claroscuros, de
máscaras que apenas se deslizan para desvelar una realidad mucho más amarga que
los amables paisajes que el mayordomo deja atrás. Porque Stevens averigua que
Lord Darlington fue un miembro de la clase dirigente inglesa que se dejó
seducir por el fascismo y conspiró activamente para conseguir una alianza entre
Inglaterra y Alemania. Y descubre, y también el lector, que hay algo peor
incluso que haber servido a un hombre indigno…
MI OPINIÓN
Pero
aun quedándome sin palabras para hablar sobre el libro quería dejar constancia de lo que me había transmitido, no olvidar esa
sensación de tristeza e indefensión que dejó Los restos del día en mí, así que abrí goodreads y me puse a
escribir lo primero que me vino a la cabeza:
Ahora mismo no tengo
palabras para describir lo que este libro me ha transmitido. Me ha dejado con
una sensación de tristeza y pena, por lo que podría haber sido y no fue, por lo
que podríamos ser y decidimos no ser, por lo que deberíamos decir y que
callamos, por la vida que podríamos haber tenido y con la que finalmente nos
resignamos a vivir.
Magnífico Ishiguro, su manera de escribir es extraordinaria.
Magnífico Ishiguro, su manera de escribir es extraordinaria.
Pero
no podía dejarlo así, necesitaba sacar la melancolía que me había provocado el
autor. Y para eso está el papel en blanco y este blog, para poner por escrito
lo que los libros me han transmitido. O, al menos, para intentarlo.
Me
ha dado tanta pena el protagonista… anteponiendo su dignidad (o lo que él
considera que significa la dignidad) y su profesión de mayordomo a todo lo
demás, incluido él mismo. Me han dado ganas de zarandearle, de decirle:
“¡Nooooo, te vas a arrepentir! ¡Ya te estás arrepintiendo, retrocede, di algo,
haz algo, no te lo quedes dentro, reacciona!”. Pero claro, los personajes nunca te escuchan, ya han tomado sus
decisiones, su destino ya está sellado aun antes de que tú abras el libro. Aun
así… eso no impide que su tristeza traspase las páginas y te impregne el alma.
¿Estaré
yo haciendo lo mismo? Esos errores tan claros que veo en él, ¿los estaré
cometiendo yo también? ¿Un día miraré atrás y sabré el momento exacto en que me
equivoqué, en que marqué mi futuro de una forma tan desacertada y no reparé ese
error que sería decisivo en mi vida? Dios, espero que no, no me imagino un
futuro más aterrador y desesperanzador que ese.
Pero volviendo a la
novela… es simplemente extraordinaria. La manera en que el autor, en boca del
protagonista, mientras no relata nada y divaga tanto, nos lo cuenta todo. Cómo
retrata a la perfección esa época en la Inglaterra de los años 20 a los 50, con
la majestuosidad de las grandes casas con su excelentísimo servicio a la
decadencia de las mismas, esos mayordomos, amas de llave y criados que vivían
por y para sus señores, sin más vida que servir con orgullo en esas casas que
implicarían toda su vida.
Y
el protagonista… tan complejo, tan eficaz, tan parco en palabras, tan
orgulloso, tan triste, tan arrepentido. Inicia un viaje en el que rememora su
pasado, a su antiguo señor y a miss Benton, vieja amiga y ama de llaves de
Darrinton Hall. Y nos relata su vida, los momentos decisivos de la misma y sus
decisiones, aquellas que le han llevado a donde ahora se halla. Y se te parte el corazón mientras descubres
lo roto que está el suyo, aunque intente ocultarlo y disfrazarlo de
profesionalidad. Y sigue roto tras terminar el libro, y sabes que dejará en
ti una cicatriz que te acompañará durante mucho tiempo.
Y
la pesadumbre, la tristeza y la melancolía se instalan en ti, mientras te
preguntas cómo alguien ha conseguido hacer que te sientas así y que, con el
libro ya cerrado y terminado, continúes con ese remolino de sentimientos dentro
de ti. Y te lo preguntas aun teniendo clara desde un principio la respuesta:
esa es la magia de la literatura, de los grandes escritores y de las historias tan
sencillas y a la vez tan extraordinarias.
No
tengo nada más que añadir, salvo: déjate
atrapar por la magnífica prosa de Kazuo Ishiguro, te dolerá y sufrirás, pero no
te arrepentirás.
PD.
Carla, por muchas más lecturas así, tan buenas y compartidas.
Con esta reseña dan muchas ganas de leer la novela. Esperando eso sí un momento adecuado.
ResponderEliminarNo me había llamado la atención el autor pero me has convencido. Aunque supongo que no se puede mirar esas reacciones con los ojos del siglo XXl... Gracias por descubrirnos nuevos autores.
ResponderEliminarEs una novela maravillosa. La leí hace unos años y has descrito a la perfección mis sensaciones.
ResponderEliminarBesos.
Buenas,
ResponderEliminarno conocía este libro aunque me parece muy parecido a los de Christie...No sé jejeje. Buena reseña. ¡Nos leemos!
Me gusta mucho esta novela pero sobre todo me gusta mucho Ishiguro, me alegré cuando le concedieron el Nobel de Literatura. "Los restos del día" me gusta especialmente por lo que tú comentas, por esa sutileza y delicadeza a la hora de trasmitir, pero también porque es una prosa super británica (y ya sabes lo que me pierde). Del autor, también me gustó "Nunca me abandones". Un beso
ResponderEliminarNo he leído nada de este autor, pero leyéndote entran ganas.
ResponderEliminarBesos
Novelaza total!! A mí me gusta muchísimo este autor, la literatura oriental en general, tiene un estilo tan intimista...😍
ResponderEliminarBesitos cielo 💋💋💋
Cómo se nota que la has disfrutado! Nada, nada, que tengo que leer esta novela sí o sí.
ResponderEliminarBesotes!!!
No sé si esta es una lectura para mi. Besos
ResponderEliminarUn autor que tengo pendiente desde hace la vida!
ResponderEliminarBesotes
Hola
ResponderEliminarPese a toda la tristeza y melancolia que transmite es extraordinario el sentimiento que se siente desde tu reseña, se nota que es una obra que enternece, que invita a reflexionar, a cambiar. No sabría decirte si es un libro para mí, pero seguramente es un libro para cuando uno busca salir de su zona de confort.
Besos
Que lecturaza nos marcamos Teresa... Tienes que leer Nunca me abandones, te encantará, y yo tengo que leer todo lo demás de Kazuo, qué hombre!
ResponderEliminarBesos
Lo tengo en la estantería porque la película en su momento me apasionó. Sé que también me va a parecer una maravilla, y si no lo he leído todavía es porque estoy intentando encontrarle el momento perfecto.
ResponderEliminar¡Besote!