El mes pasado estuve, junto a
otros blogueros, en un encuentro con Michel Moutot en el Hotel de Las Letras,
para hablar de su novela Las catedralesdel cielo.
Lo primero que nos cuenta es que estaba encantado
de que su novela se hubiera traducido al español, la misma lengua que Gabriel
García Márquez y Vargas Llosa, autores a quienes admira. Que aunque su libro ha
sido un éxito en Francia, le ha sorprendido que lo tradujeran al castellano.
“Me encuentro con esta historia cuando
estoy trabajando como corresponsal en Nueva York en el 11-S” nos relata. Así
fue como conoció al primer personaje: indio y trabajador del acero.
En 2002, en el museo de Manhattan, visita
una exposición sobre la historia de los indios mohawk. Le parece tan buena, que
piensa que alguien tenía que haber escrito la historia de esta tribu. Pero
comprueba que no es así, y piensa: “Qué pena, qué gran historia sería”.
Ha tardado 10 años, no en escribirla, si
no desde que surgió la idea hasta publicar la novela. Todo empezó cuando un
amigo escribió su biografía y se la dio a Michel para que la leyera, “era la
redacción de un niño de 8 años”, nos confiesa. “Le dije a mi amigo: Si tu
editor me paga el viaje a Groelandia, yo te hago la biografía”. Y ahí fue cuando
descubrió que le gusta pasar días frente al ordenador escribiendo.
Al editor le gustó. Además, como él es
periodista (con los plazos límite y las entregas exprés) entregó la biografía
escrita antes de la fecha estipulada. Y entonces fue cuando el editor le
propuso que escribiera una historia sobre el Sahara. “No, no; no soy un negro
(literario), lo he hecho por mi amigo. Peeero tengo una historia sobre indios.
¿Os interesaría?”. Y así fue como nació Lascatedrales del cielo.
Sentimos curiosidad por saben qué edificio
le hubiera gustado construir. “El Chrysler. Los edificios de prensa están al
lado, siempre pasaba por allí y era mi favorito”. Aunque nos aclara que los
indios prefieren hablar de puentes antes que de edificios, por la unión y la
conexión que estos suponen.
Cuando le decimos que el libro parecía
escrito por un americano en lugar de por un francés, por lo bien que había
retratado el “God bless America”, nos cuenta que, de hecho, en la página web de
la Fnac francesa un lector escribió: Novela muy bien traducida. “No puede haber
mayor cumplido que ese”.
Nos desvela que la leyenda de que los
indios mohawk es sólo eso: una leyenda. Moutot, para documentarse, estuvo en
Montreal, en dos reservas, en Nueva York… “Estuve dos años documentándome, y
encontré el origen de esa leyenda”. En una de las reservas tienen un centro
culturarl, repleto de libros de los trabajadores del acero, porque se sienten
muy orgullosos de ellos. Y allí fue donde encontró el origen de la leyenda: en
1886 se construye el puente para el ferrocarril de San Lorenzo. Como iba a
pasar por sus tierras, les piden permiso a esta tribu, y su respuesta es: “Sí,
si contratáis a nuestros jóvenes y les enseñáis el oficio”. Ellos ya eran
expertos en construcción, pero con madera, la cual con este trato cambiaron por
acero. El primer contramaestre, tras la primera semana de trabajo, se pregunta
cómo pueden ser tan buenos. Y su conclusión es que trabajan muy bien en las
alturas, son tan eficientes y han aprendido tan rápido porque no tienen miedo a
las alturas porque no tienen vértigo. Y así surgió la leyenda. Lo que el
contramaestre no pensó es que él no trabajaba con todos los indios mohawk, sólo
con aquellos que trabajaban en las alturas porque no tenían vértigo, lo que no quiere
decir que todos no tengan vértigo.
Tenemos curiosidad por saber si él se
subiría a esa viga. “A priori, yo no tengo vértigo, podría intentarlo, pero no
me dejarían, desde el 11-S es muy difícil por temas de seguro. A todos los
fotógrafos les encantaría hacer esa foto. Un periodista del New York Times
consiguió subir y hacer fotos después de 6 meses de negociaciones y realizar dos
cursos de seguridad (de 2.000 $ cada uno). Para la portada de Las catedrales del cielo de la edición francesa
negociamos con él para poder usar su fotografía”.
Michel Moutot nos cuenta un poco más sobre
cómo, tras saber que quería escribir sobre los indios mohawk, surgió el resto
de la historia. “Los trabajos de desescombro de las torres gemelas duraron más
de 9 meses. Mirando con los prismáticos (pues la zona cero se cerró
herméticamente, sobre todo para la prensa), pensé: ¿Y si alguien, además de
buscar a supervivientes, buscara algo más? Y ese fue mi hilo conductor. Me pregunté:
¿Por qué no cojo al lector y me lo llevo a ver lo que nadie pudo ver, pero
otros vivieron?”.
Moutot nos confiesa que lo más difícil de
escribir la novela ha sido olvidarse de que no es periodista, lleva 30 años
siéndolo, y tiene esa mecánica, por lo que lo más difícil para él fue crear los
personajes. Al principio lo que escribió fue un reportaje largo, no una novela.
“Soy una persona a la que le gusta saber cómo funcional las cosas. Y cómo se
construyó el World Trade Center explica por qué se cayó, por qué fue el fuego
el que quemó el acero e hizo que se cayeran".
En cuanto a la estructura de la novela, la
escribió con saltos temporales porque a él, como lector, le gusta, porque hace
que no se aburra. Y cuando una estructura con saltos temporales está bien
montada es como un tapiz en el que acaba saliendo una imagen final.
Por último, nos da algún detalle sobre su
segunda novela, Secuoyas. Se desarrolla
en 1918, y la historia comienza cuando tres hermanos heredan un barco ballenero
y deciden que, en lugar de ballenas, van a cazar oro. “He puesto en práctica lo
que aprendí al escribir Las catedrales
del cielo. Y como no viví esa época, me ha permitido alejarme del reportaje
y crear una nueva novela y personajes que son totalmente míos”.
* Aclaración: Las frases entrecomilladas
del autor las dijo él, pero no todas literalmente así, son de las notas que
cogí durante el encuentro. He escrito así la crónica para que tuvierais la sensación de escuchar
directamente a Michel Moutot. La próxima vez me llevo una grabadora 😜
Una extensa y entretenida crónica del encuentro
ResponderEliminarQue me gustan a mí los encuentros, y este ha debido ser de traca.
ResponderEliminarBesitos cielo 💋💋💋
Este hombre tiene tantas experiencias detrás que escucharle fue una delicia. Y un aprendizaje también. Aunque yo no me subo a la viga ni hasta arriba de Jumilla. Besos.
ResponderEliminarHabíaía oido hablar de esta novela y ya me apetecía leerla, pero así contada, pues mucho más todavía. Gracias. Saludos.
ResponderEliminarGracias por la crónica. Es un libro que me llamaba pero al final lo he dejado atrás.
ResponderEliminarUn beso ;)