La oscuridad que conoces de Amy Engel

«Quería que Marion estuviera equivocada. Quería vivir en un mundo en el que los hombres adultos no abusaran de niñas de doce años. Pero Marion tenía razón, por supuesto. No era nada nuevo. Nada que no se hiciera cada segundo de cada día en cada rincón del mundo. Las niñas pequeñas no estaban a salvo. Y yo debía saberlo mejor que nadie. Porque había sido una de ellas».

Título: La oscuridad que conoces

Título original: The dark familiar

Autora: Amy Engel

Traducción: Laura Vidal

Suma de letras, 2020

296 páginas

Tapa blanda

Precio: 18,90 euros
ebook: 8,54 €

Este septiembre se me hace raro: No está cargado de las ilusiones de otros años, la vuelta a la rutina es cualquier cosa menos rutinaria y las mascarillas son un recordatorio constante de que se ha trastocado nuestro mundo para siempre. He de confesar que no tenía ninguna gana de volver a Madrid, pero aunque sea una realidad rara la que nos espera a la vuelta del verano, hay algunas cosas por las que sí siento ilusión por volver a retomar. Y una de ellas es el blog, Y me apetecía regresar al blog hablando de una de mis mejores lecturas de este verano: La oscuridad que conoces de Amy Engel.

ARGUMENTO

En una empobrecida zona de los montes Ozark, en Misuri, en un pueblo pequeño con grandes secretos, dos niñas de doce años aparecen asesinadas. Sin nada que perder y rota de dolor, Eve Taggert se lanza a averiguar qué le ocurrió realmente a su hija.

Eve conoce el lado oscuro de la vida. Su propia madre se encargó de enseñárselo. Una dura lección que ella ha tratado desesperadamente de evitar a su pequeña Junie. Pero, contra todos sus instintos, quizá Eve necesite recurrir a la cruel fortaleza que le inculcó su madre para afrontar la verdad sobre el crimen... y sobre su auténtica naturaleza.

MI OPINIÓN

En julio contactó conmigo Suma de letras por si quería leer una edición anticipada de La oscuridad que conoces. Eché un vistazo a la sinopsis y me atrajo un montón. Además, me pareció una novela ideal para leer en verano, en la piscina, o quedándome enganchada en sus páginas por la noche sin importar la hora a la que tienes que levantarte al día siguiente. Y dije que sí. Y se quedó esperando a que llegara agosto, momento en que tenía las vacaciones. 

Llegó agosto y me fui al pueblo con mis padres a desconectar (y huir) de Madrid. Y mi madre me dijo que si tenía algún libro para prestarle, que el que estaba leyendo no le estaba terminando de gustar y quería uno que la enganchara. Había metido bastantes libros en la maleta, pero varios eran de fantasía (género que no le gusta a mi madre). Cogí el de La oscuridad que conoces y le dije: "Que te puedan gustar, tengo este, pero aún no lo he leído, no te puedo decir cómo está. Lo único que sé es que es de misterio y que tiene muy buena pinta". Y le encantó. 

Estuvo varios días enganchadísima a sus páginas, y cuando lo terminó me dijo: "Me ha gustado mucho. No sólo engancha, además está muy bien escrito. ¿No tienes más libros así para dejarme?". Y no, no tenía más, pero me dejó con las expectativas muy altas, porque mi madre, si no le gusta o engancha un libro, no tiene remilgos en abandonarlo, y los libros que devora de esa manera yo también suelo devorarlos. Y así fue: La oscuridad que conoces me enganchó de tal manera que lo leí en dos días, robándole horas al sueño para leer sólo un capítulo más. Y lo mejor de todo es que no es de estos libros que te atrapan sin remedio, pero al poco tiempo de haberlo leído ya casi ni te acuerdas de él; es de los que se quedan contigo, porque tiene una protagonista que no será fácil de olvidar.

La novela comienza con el asesinato de dos niñas de 12 años, Junie e Izzy. Junie es la hija de Eve, una joven madre soltera y la narradora y protagonista de esta historia. Eve no tuvo una infancia fácil: desde muy pequeña conoció la violencia, la parte más dura de la vida, que tu casa no sea un hogar ni un refugio. Por suerte tuvo un ancla al que agarrarse, alguien con quien compartir esas penurias y volverse fuertes juntos: su hermano Cal.

Se quedó embarazada de adolescente y, al revés que la mayoría, no sintió que eso le destrozara la vida, al contrario: Junie vino para dar luz a su mundo. Y cuando Junie muere... Eve siente que esa luz se ha apagado, y la oscuridad que tanto tiempo la acompañó y que enterró en su interior para darle una vida mejor a Junie vuelve a asomar y a reclamar su existencia, pues Eve no piensa parar hasta dar con el asesino de su niña, pase lo que pase y a costa de cualquier cosa.

Lo que más me ha gustado de La oscuridad que conoces es Eve: es una mujer fuerte, luchadora, que conoce el lado malo de la vida, que dio lo mejor de ella enterrando su parte más oscura por su hija. Y cuando ella muere, le inunda la tristeza, la rabia, la impotencia, la culpabilidad, y un fuego oscuro y peligroso empieza a quemarla por dentro y a reclamar su sitio, amenazando con destruir todo a su paso. Y la autora consigue transmitir muy bien todas las emociones de Eve, su dolor se vuelve tuyo, te contagia su rabia, te hace partícipe de esa búsqueda por la verdad.

Al mismo tiempo que Eve va uniendo piezas sobre la vida de su hija y aproximándose a la verdad, vamos conociendo quién es, quién fue, a todo lo que sobrevivió en su infancia. Cuando me estaba aproximando al final, tenía un poco de miedo: ¿Y si el asesino era alguien que por casualidad pasaba por el pueblo y mató a las niñas? Un final así puede destrozar una novela hasta entonces buenísima. Pero no, mis miedos no tenían razón de ser: el final está a la altura de toda la novela. No tiene un gran giro que no esperases, pero es coherente con lo contado hasta ese momento y un gran cierre para la historia.

Y, como decía, La oscuridad que conoces es mucho más que una novela de misterio: está muy bien escrita, te transmite a la perfección todo por lo que está pasando Eve, reflexiona sobre la maternidad y la infancia, hay un transfondo de crítica social, te mantiene atrapada en sus páginas y, cuando lo terminas, lo haces con pena: por la historia y por tener que despedirte de Eve y dejarla en un mundo donde ya no existe Junie.

Así que ahora ya sabéis por qué La oscuridad que conoces ha sido una de mis mejores lecturas de este verano. Espero que os animéis a leerla y que me digáis qué os ha parecido. Y, sobre todo, espero que os enganche y la disfrutéis tanto como hemos hecho mi madre y yo.