«No quiero más condolencias, miradas de lástima o que me traten como si me fuese a romper en cualquier momento. Aunque lo he hecho. Me he roto. Puedo notar que algo se abre dentro de mí lentamente, resquebrajándose. Me pregunto qué habrá dentro y si podré soportarlo cuando lo descubra. Ahora mismo tan solo puedo pensar en salir de aquí».
Descubrí a Alice Kellen a principios de
este año. Había oído hablar mucho de esta autora, pero nunca me había leído
nada suyo. Pero en enero me animé a hacerlo, y ya son tres los libros que he
leído de ella en lo que llevamos de año: Nosotros en la luna, novela con la que
descubrí a Alice Kellen y supe que quería seguir leyendo lo que escribiera; El
día que dejó de nevar en Alaska, libro que me acompañó durante el confinamiento
y que hizo que, durante unos días, viajara a Alaska y me olvidara de que estaba
encerrada en casa; y Las alas de Sophie, novela de la que hoy os vengo a
hablar, que me ha emocionado como ninguna.
ARGUMENTO
Cuando Sophie se enamoró de Simon, supo
que juntos tejerían una inolvidable historia llena de vivencias y canciones,
pero todo acabó una noche de enero y sus sueños se quedaron congelados en aquel
invierno eterno, el más largo y frío que nunca pudo imaginar. Hasta que el
hielo empieza a derretirse para que Ámsterdam se vista de primavera. Entonces,
Sophie descubre que Koen estará a su lado cuando decida alzar el vuelo, que su
familia y amigos son su brújula, que ganar requiere de ingenio y que el corazón
sigue sus propias reglas.
Las alas de Sophie empieza con lo que podría ser el final de cualquier novela o película romántica: Sophie, la protagonista, tiene veintinueve años, ha encontrado al amor de su vida, se ha casado con él y comparten una vida maravillosa. Pero todo se derrumba cuando Simon fallece repentinamente, y debe aprender a vivir sin él y a descubrir cómo continuar cuando el mundo sigue girando por mucho que el suyo se haya detenido bruscamente.
La novela te emociona, te conmueve, hace que sueltes alguna lágrima, que te duela, pero, aun así, es preciosa y no la considero un libro triste, porque a pesar de todo, Sophie no está sola, tiene en su vida a personas que la quieren y que no la van a dejar hundirse. Sí, Sophie atraviesa (y nosotros con ella) un duelo, duro y doloroso (como todos los duelos), pero la portada ya nos indica que, después de un largo y helador invierno, llega la primavera y, a pesar del frío y los contratiempos, las flores siempre brotan, dando paso a una primavera cálida y hermosa.
Las
alas de Sophie me ha gustado mucho. Es un canto al amor,
a la esperanza. A no rendirse. A sacar la fortaleza que hay en ti, aunque te
sientas frágil, pérdida, vulnerable. A seguir viviendo, a pesar del dolor. A volver
a abrirte al amor, a pesar del miedo. A seguir amando a los seres queridos que
ya no están, pero aprendiendo a convivir con su recuerdo sin que te desgarre el
corazón. A abrir tus alas y, pese al vértigo, volar.
¡Hola! Qué bien que lo hayas disfrutado tanto, Alice siempre es un acierto. Laura lo leerá muy pronto :)
ResponderEliminarBesos
Lo que no sé es por qué no había leído antes a esta autora.
ResponderEliminarEspero que Laura disfrute (y sufra) igual que yo con su lectura.
¡Besos!
Lo voy a empezar a leer,con lo que has puesto me animas, espero que me guste como te ha gustado a ti
ResponderEliminarCarmen, yo también espero que te guste tanto como a mí 😊.
EliminarPor favor, cuando lo leas, dime qué te ha parecido.
¡Un abrazo!
Me alegra que hayas disfrutado con todas las novelas de esta autora y con esta en particular. Besos.
ResponderEliminar¡Gracias! 😊 Yo creo que a Bea le encantaría.
EliminarUn abrazo.
¡Hola! Me alegra que sea una novela de la que has disfrutado tanto. Personalmente no es una lectura que me llame especialmente la atención, así que en esta ocasión prefiero dejarla pasar.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Es imposible leer todo lo que sale publicado, así que si no te llama la atención, normal que lo dejes pasar. Pero espero que alguna vez te animes con la autora 😊
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarLa historia me llama mucho, pero no para leerla ahora, que, por mucho que sepamos de qué va desde el principio, no me veo con una novela tan dolorosa.
¡Un saludo!
Sí, es un poco dura, hay que encontrar el momento adecuado para leer la novela. Pero los libros de Alice Kellen siempre tienen ese rayo de luz que aporta esperanza.
Eliminar¡Un beso!